RESEÑA 8 GENTE DE PEMBERLEY DE MARIE-LAURE SÉBIRE Gatos Leyendo

Al cerrar el libro o acabar la película de Orgullo y prejuicio, uno se pregunta:... Y después ¿qué? Jane Austen dejó allí las semillas de mil conflictos y aventuras en una Inglaterra en plena mutación y en un mundo cada vez más alcance de la mano. Respetando a los personajes magistralmente descritos por Jane Austen, pero sin necesidad de haber leído su obra, la autora le llevará a Pemberley, la elegante mansión campestre de los Darcy donde culminó esa historia de amor que ha apasionado generaciones. Verán cómo los problemas latentes de resuelven... o no y como las generaciones siguientes serán artífices de la nueva era que se abre o víctimas de una sociedad que ve peligrar su ancestral modo de vida.
Gente de Pemberley es, seguramente, una de las secuelas mejor criticadas de Orgullo y prejuicio, conocí la novela por Twitter, cuando empecé a intercambiar tweets con su autora sobre literatura, más en concreto con mi famosa entrada en la que criticaba la obra de Austen. Para empezar a hablar de la obra de Marie-Laure Sébire, quiero empezar recalcando algunas cosas sobre Orgullo y prejuicio. La obra no me gusta a rabiar, pero tampoco opino que sea mala, la intención de la autora es clara y su pluma fina y elegante. Pero la pega que yo le encontré a Jane Austen, y que en cambio sí encuentro en este libro, es la apertura de miras para componer un cuadro más amplio de la sociedad y la crítica directa y mojándose; aun así, tengo en cuenta que la época en la que vivía Jane Austen no tiene nada que ver con la que vivimos la autora y yo.
A partir de aquí, no voy a dedicar mucho más a Orgullo y prejuicio, ya que sería injusto para la obra que vengo a reseñar.



Gente de Pemberley, nos sitúa en lo ocurrido justo después de la boda de Elisabeth Bennet, a partir de ahora la señora Darcy, y Fitzwilliam Darcy. Esto es realmente interesante, y a mi es lo que más me gusta de una pareja, el después del matrimonio, el asentamiento y la convivencia, por lo que tomé la novela con ganas. Estamos delante de la nueva señora de Pemberley, que se tiene que enfrentar a una nueva familia, a unos nuevos amigos y a un nuevo estilo de vida, al que se adapta rápidamente, aunque es su marido quien le pone la tarea fácil. Aunque si hay discusiones entre ellos, hasta el final de su matrimonio se ve la fuerte complicidad y amor que se tienen el uno al otro. Llegan las bodas, las muertes, los nacimientos, las separaciones y un largo etcétera de acontecimientos familiares que hacen de esta novela un paisaje idílico.
Hay dos o tres momentos en los que casi se me cae la lagrimilla, cosa difícil en mi. Es una novela emotiva, entretenida y que recomiendo absolutamente a aquellos fans de Orgullo y prejuicio, no creo que haya mucha gente que le haya gustado la novela de Austen y que no le guste Gente de Pemberley.
Ahora sí, no me ha gustado, ya que su precuela, como sabéis, no es que sea mi novela favorita. Me hubiese gustado que no todo fuese tan onírico, tan bonito y tan principesco, aunque si cabe destacar algún momento duro y crudo durante la novela, cosa que no tiene cabida en Orgullo y prejuicio.
Es una novela que recomiendo a quien le guste las novelas generacionales, las novelas románticas y a los fans de Austen. Al principio del libro se dice que se puede leer el libro si haber leído antes la famosa novela que da origen a ésta. Sin embargo yo recomendaría leerla antes, primero, porque no leer Orgullo y prejuicio, me parecería pecado, fuera de la opinión que tengas de ella después de haberla leído; y segundo, porque te permite conocer a la generación en la que está centrada la novela desde sus principios en sociedad.
La novela, que sinceramente creía que no me iba a gustar, me ha gustado bastante, me ha dejado buen sabor de boca, y aunque es la primera novela de la autora, espero leer algo más de ella.
Para acabar, no me gusta decir esto, pero la edición del libro deja un poco que desear, tiene fallos gramaticales y de edición; espero que en próximas ediciones sea corregido, también espero que las ediciones sean muchas.
Marie-Laure Sébire está licenciada en derecho mercantil y con un máster en derecho laboral. Escribió la novela para animar a su nuera en un momento de algo de decaimiento. La escribió en francés, su lengua materna, pero respondiendo a las demandas de sus amigas españolas (vive en Granada) la tradujo ella misma al castellano y quiso que su primera edición fuese en este idioma que adora.
Marie-Laure Sébire, según mi pequeña y twittera (si se me permite la expresión) experiencia, es una persona muy agradable, con la que se puede hablar y dar tu opinión libremente. Una persona encantadora.
Recomiendo la obra un montón.