Cinco horas con Mario nos presenta a una mujer velando el cadáver de su marido durante toda la noche. Con este oscuro cuadro de enorme profundidad psicológica, Miguel Delibes va desangrando un monólogo que desnuda el alma femenina a través de una mirada atrás, un recuerdo de aquellas pequeñas alegrías y errores de su perdida vida en común. La mujer, que hojea frases subrayadas en la Biblia de la mesilla, comienza a dudar de su relación matrimonial; se pregunta cómo era realmente su marido y para ello regresa a los hechos y las palabras del pasado en busca de alguna verdad.
Cinco horas con Mario me ha defraudado y me ha encantado a la vez.
Por un lado, me ha defraudado porque no me he llegado a enganchar en ningún momento al libro, y me costaba ponerme a leer, tardando en leer unas dos semanas un libro de unas doscientas páginas, los temas que trata no me llaman mucho la atención, y sinceramente, por mucho que sea Miguel Delibes, a mi, personalmente, en este libro, no me gusta el estilo utilizado.
Sin embargo, hay que destacar la maestría que utiliza en este estilo, que aunque no me guste, es muy admirable, ya que es un monólogo continuo de la mujer sin puntos ni descansos, sueta todo lo que le tenía que reprochar a su marido y que no lo hizo en vida. Es maravillosa la forma en la que a través de una persona, la viuda, no solo describe perfectamente sus pensamientos, su ideología y su forma de ser, sino que además, describe a la vez, con la misma frase, las ideas de su marido y su forma de ser; no se queda ahí, recalca perfectamente las dos Españas famosas que se vienen dando desde el principio de los tiempos. Es magistral lo que hace, y lo hace de una forma sencilla, que parece fácil como lo hace, pero realmente es algo muy difícil.
El final es lo mejor del libro, y es que después de estar reprochándole toda la noche al marido difunto, ella se confiesa y pide perdón por lo que ha hecho, que el que quiera saber lo que ha hecho, por supuesto, tiene que leer el libro; si desde el principio hubiese sabido que termina así, sin lugar a dudas, lo hubiese leído en dos días.
El principio y el desarrollo, aunque no me ha gustado mucho, me parece impecable; pero el final, aparte de que me parece impecable, me ha encantado, es el final perfecto, es una forma en la que hasta parece que el difunto se reconcilia con su mujer.
Lo recomiendo, aunque ya que no es el estilo normal de escritura de una novela, puede ser que no guste y parezca pesado.
Delibes era un hombre cuyas aficiones eran muy conocidas por todos y entre las que encontramos la caza y el fútbol. La caza sale en muchas de sus novelas, destacando la gran obra “Los Santos inocentes”, que posteriormente fue llevada de manera excepcional al cine con una gran actuación de Paco Rabal en el papel de Azarías y el fútbol fue motivo de diversos artículos en los que el autor daba forma literaria a las sensaciones que le dejaba el deporte rey.
Las distinciones fueron algo muy común para Delibes que fue nombrado miembro de la Real Academia en el año 1973 y que cuenta con infinidad de premios entre los que destacan el Nacional de Literatura, el premio de la Crítica, el Nacional de las Letras, el Príncipe de Asturias o el Cervantes.
Finalmente y con 89 años Delibes murió en el año 2010 en Valladolid, ciudad que lo había visto nacer.
Es uno de los libros del autor que me apetecen, pero creo que voy a optar por verlo representado. Un beso.
ResponderEliminarA mi también me gustaría ver una representación, tiene que ser muy duro representar Cinco horas con Mario y me gustaría verlo. Saludos
EliminarEs una novela muy teatral. A mí me pasó algo parecido que a ti- no me gustó la primera vez que lo leí pero con la segunda lectura, unos años más tarde, cambié del parecer.
ResponderEliminarsaludos
Es un estilo muy personal y particular, por eso puede chocar, y evidentemente puede no gustar, es lo que tiene arriesgar. Saludos
EliminarAhora te sigo :))
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